Nuestro primer viaje a la llamada Europa del Este y nos ha sorprendido a todos muchísimo.
Polonia, por su situación geográfica ha sufrido muchas ocupaciones. Todas han dejado alguna huella en el arte, cultura, gastronomía...Es un país con una historia apasionante. Desde hace 4 años, Cracovia recibe muchos turistas escandinavos y ahora es también destino para otros europeos y resto del mundo. En la actualidad tenemos vuelos directos desde el aeropuerto de Alicante-Elche con una duración de 3 horas, lo que nos permite poder hacer una escapada para conocer esta enigmática ciudad de forma muy cómoda. Su aeropuerto ahora mismo es muy pequeño, pero está en construcción uno mucho mayor.
El 20 % de su población son estudiantes y el número de personas que habla español es muy elevado. Les interesa mucho nuestra cultura. Tienen una gran tradición musical y eso se nota en las calles, restaurantes, iglesias, sinagogas…
Lo primero que llama nuestra atención al llegar es la limpieza y el orden. Después de un día allí también la seguridad y los precios. Para nosotros es muy barato dormir, comer, beber y movernos por allí.
Aunque entró en la Comunidad Europea en el 2004 , sigue manteniendo su moneda, el Zloty, y por 1 (25 céntimos aprox) podemos comer algo típico (Zapiekanki -legendaria comida rápida del barrio judío – media baguete con queso, champiñones y otros ingredientes a elegir).
También descubrimos algo que nos hizo el viaje muchísimo más interesante, la fundación Free walking tour. Son guias locales profesionales que quieren a acercar a los visitantes a su arte, historia y gastronomia. Como el nombre indica, son gratuitos y las rutas se hacen andando. Lo mejor, los hacen en inglés y en español. En Polaco nos sería muy difícil seguirles. Al final de la visita la gente hace donaciones, pero es totalmente voluntario. Nosotros hicimos con ellos centro histórico de Cracovia, Cracovia judía, Cracovia macabra y comida de Cracovia. No somos muy aficionados a ir con guia, nos gusta mucho ir a nuestro aire, pero en este caso fue la mejor elección. Lo recomiendo y además seguiré utilizando sus servicios en los destinos que sea posible.
Después de estas rutas nos dedicamos a callejear por la plaza del mercado, la plaza medieval más grande de Europa. Está llena de vida, puedes recorrer los puestos, escuchar música en directo y comer algo típico. También recorrimos Kazimierz, el barrio judío. Es un buen sitio para pasear, visitar el cementerio, sinagogas y comer. Está lleno de restaurantes con comida típica, música en directo y un ambiente muy acogedor. Nosotros tuvimos la suerte de dormir allí y la experiencia fue muy positiva. Se tarda 15 minutos en ir andando a la plaza del mercado y zona histórica, y en tranvía son dos paradas. Aun en estas zonas, aunque son muy turísticas, se come a un precio más que razonable.
Una visita dura, pero para mi obligatoria, fue la de Auschwitz y Birkenau. Fuimos por nuestra cuenta, pero se puede contratar un tour. Está a una hora y media de Cracovia. Los sentimientos te golpean y las lágrimas son difíciles de contener, pero forman parte de nuestra historia más reciente y es una realidad a la que no se debe dar la espalda.
Como curiosidad, no vimos musulmanes y gente de color. Son un pueblo muy acogedor con los turistas y nos tratan muy bien, pero no son muy abiertos para los emigrantes de otras razas o religiones. Tienen mucho miedo a lo desconocido…y no es de extrañar, han sufrido muchísimo.
Si vas a viajar a Cracovia y tienes alguna duda estaré encantada de ayudarte.
….preparando la próxima escapada…
Eva Verdejo.