El Parque Bryant o Bryant Park es todo un descubrimiento, una experiencia imprescindible, una sorpresa muy agradable que nos tenía guardada Nueva York. Está situado entre la Quinta y la Sexta Avenida y entre la 40ª y 42ª en el centro de Manhattan a dos pasos de la biblioteca nacional, Times Square, el edificio Chrysler o el Empire State, un oasis en plena zona de rascacielos.

Lugar muy agradable (si el tiempo acompaña) para comer, tomar algo o simplemente descansar al aire libre, tumbarse en la hierba o sentarse en una de esas pequeñas sillas metálicas que aparecen por toda la plaza y que invitan a hacer una parada en el camino.

Rodeada de algunos puestos curiosos de comida donde tomar una ensalada fresca o un chocolate caliente, se comparten momentos con gente en el descanso de su jornada de trabajo, algunos con sus ordenadores buscando sentir un poco de naturaleza huyendo del cristal y el hormigón, otras disfrutando de relajantes e improvisadas zonas de lectura o de tertulia y muchos, teléfono móvil en mano, buscando el wifi gratuito.

Nueva York es una ciudad muy verde y el Bryan Park es uno de los mejores sitios para hacer una parada. En verano hay un festival de cine donde se proyectan películas al aire libre con una gran pantalla o conciertos gratuitos donde el césped y las toallas serán las butacas. Tener este parque tan cerca nos permite hacer un descanso a cualquier hora del día huyendo del ajetreo de las calles. En épocas de frío se convierte en una pista de patinaje, no se puede ir en Navidad  y no pasar por el mercadillo navideño que se instala en Bryant Park, probablemente el más famoso de Nueva York. 

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Iban junio 7, 2016 Consejos no responses

Si hay algo que hace diferente a una ciudad es la época en la que se visite, sobre todo en ciudades donde las estaciones del año se suelen apreciar con más fuerza. Es el caso de Berlín, no es lo mismo visitarla a menos 3 grados bajo cero en Diciembre que a 25 grados en Julio.

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El planteamiento es tan diferente que después de haber estado unos días en Diciembre te vuelves con la intención de regresar en otro mes para seguir disfrutándola.

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Berlín invita especialmente en invierno a visitar sus museos, algunos de ellos, aparte de muy interesantes, únicos: Neues Museum o Museo Nuevo, Museo DDR,  Altes Museum Museo Antiguo, Museo de Historia Natural, Museo Antigua Galería Nacional, Museo de Pérgamo  son algunos de los que no hay que perderse.

Otro de los atractivos en este mes son sus mercadillos de Navidad con una amplia tradición en Alemania. Lejos de que pueda ser algo muy enfocado para los niños, se trata de ir tomando vino caliente, dulces y comida típica en los puestos de madera iluminados con estrellas que te permiten refugiarte de la lluvia o la nieve que suele caer en esa época. El ambiente es mágico y a pesar de las bajas temperaturas un buen abrigo, una bufanda, guantes y sobre todo no olvidar un buen gorro serán, aparte de la compañía, aliados indispensables para disfrutar de la experiencia.

Berlín no es una ciudad cara, tanto el alojamiento como la comida son comparables a los precios en España, tiene un amplio abanico para elegir y es fácil poder ajustar precio a presupuesto manteniendo un mínimo de calidad. Desde el aeropuerto de Alicante tenemos vuelos directos con lo cual el viaje es bastante cómodo, sólo tres horas nos separan de esta interesante ciudad.

¡Una escapada en cualquier momento!.

Si vas a viajar a Berlín y tienes alguna duda estaremos encantados de poder ayudarte.

María Díez.


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Iban enero 12, 2014 Cultura no responses