Un encuentro muy especial el 8º de la sociedad gastronómica La Calendureta de Elche que en esta ocasión se ha celebrado en el restaurante Estanquet, y decimos muy especial porque si bien La Calendureta se había propuesto hasta ahora hacernos viajar en el tiempo a través de la historia de Elche degustando platos de diferentes épocas, esta vez lo que ha conseguido es hacernos viajar en el tiempo pero de nuestra propia historia, sí la personal, un viaje a la infancia. Era fácil poder imaginarse durante toda la comida «en la cocina de la abuela, sentad@ en la mesa con los pies colgando porque aún no llegaban al suelo, esperando el momento de compartir esos platos, esos sabores tan especiales en familia» y que justo en ese momento nos estaban sirviendo, platos tradicionales de cuchara del campo de Elche, no perdidos pero sí hoy en día desconocidos para una gran mayoría. Platos olvidados, dejados atrás en el recuerdo con nuestras abuelas o madres y que gracias a familias como la del restaurante Estanquet se han recuperado y puesto en alza en este encuentro, para admiración de todos los que tuvimos la oportunidad de probarlos.

          Como una imagen vale más que mil palabras, el menú completo en este vídeo.

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De aperitivo Pa pastat amb embotit de la terra, botifarró blanquet y llonganiça (rebanadas de pan con embutido de la zona).

En general un menú con verduras de temporada. En la ensalada, Amanida d´hivern del camp dÉlx: rúcula, alcachofa fresca y apio; en los entrantes: Cardets de la iaia (cardos de la abuela), cardos con un sofrito de tomate y cominos; Pantalonets and fenollhabas tiernas con piel, cortadas de tal manera que parecen el camal de un pantalón y digo yo que por eso lo de «pantalonets«, en castellano «pantaloncillos», acompañado de unas ramitas de hinojo que le daba un punto anisado a la verdura muy agradable teniendo además la función de facilitar la digestión.

Los platos principales: Taronjeta de putxero ( también llamado pelotas o relleno de cocido) y la Olla podrida que realmente se llamaba «olla poderida» porque al contrario de lo que muchos que conocíamos este plato pensábamos, era muy apreciado y estaba muy ligado a las mesas con poderío económico, de ahí lo de «poderida»; se trata de un guiso que aparte de la carne, tiene tanto verduras como legumbres además de frutas, normalmente pera, una forma de reciclar la fruta de temporada más estropeada. Y por último los Tabellacos, guiso con una especie de buñuelos de bacalao y pan rallado acompañado de patatas, alcachofas y habas muy típico de la época de Cuaresma.

Y de postre Farinetes amb arrop,  unas gachas de harina acompañadas del sabor tan especial del arrop, (trocitos de calabaza con su almíbar), que dan un resultado final impresionante.

Después de estos manjares de la cocina más tradicional del Camp d’Elx y para finalizar, unas infusiones de la zona: Infusions de Cantueso i herba lluïsa.

En cuanto a la bebida el vino La Dama, un  tinto crianza de uva Cabernet Suavignon de las Bodegas Faelo situadas en la Partida de Matola,  nos ha acompañado durante toda la comida.

Enhorabuena a la organización ¡gracias por emocionarnos!,  y un homenaje muy especial a todas las madres y abuelas que con los ingrediente más sencillos eran capaces de crear las historias más grandes alrededor de una mesa, sobre todo, en las épocas más difíciles.

Próximo encuentro de La Calendureta el 28 de Marzo.

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Iban marzo 2, 2014 Cultura no responses